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miércoles, 20 de julio de 2011

FLIPITUENTI 2: Las mujeres y el eterno rabal… el Baño

FLIPITUENTI 2: Las mujeres y el eterno rabal… el Baño
¿Por qué las mujeres están tanto rato en el lavabo público? El gran secreto de todas las mujeres respecto a los baños es que de niña tu mamá te llevaba al baño, te enseñaba a limpiar la tabla del inodoro con papel higiénico y luego ponía tiras de papel cuidadosamente en el perímetro de la taza.
Finalmente te instruía: ‘Nunca, nunca te sientes en un baño público
Y luego te mostraba ‘la posición’ que consiste en balancearte sobre el inodoro en una posición de sentarse sin que La Posición’ es una de las primeras lecciones de vida de una niña, súper importante y necesaria, nos ha de acompañar durante el resto de nuestras vidas. Pero aún hoy en nuestros años adultos, ’la posición’ es dolorosamente difícil de mantener cuando tu vejiga está a punto de reventar.
Cuando ‘tienes que ir’ a un baño público, te encuentras con una cola de mujeres que te hace pensar que dentro está Brad Pitt. Así que pides la vez y esperas paciente, sonriendo amablemente a las demás mujeres que también están discretamente cruzando piernas y brazos. Es la posición oficial de ‘me estoy meando’.

Finalmente te toca tu turno, pero siempre llega la típica mamá con ‘la niña pequeña que no se puede aguantar más’ y aprovechan para saltarse ambas la cola con todo el morro!. Entonces verificas cada cubículo por debajo para ver si no hay piernas. Todos están ocupados. Finalmente uno se abre y te lanzas casi tirando a la persona que va saliendo. Entras y te das cuenta que el picaporte no funciona (nunca funciona); no importa…
Cuelgas tu bolso del gancho que hay en la puerta, y si no hay gancho (nunca hay gancho), inspeccionas la zona, el suelo está lleno de líquidos indefinidos y no te atreves a dejarlo ahí, así que te lo cuelgas del cuello mientras miras como se balancea debajo tuyo, sin
contar que te desnuca la correa, porque el bolso está lleno de mierdas que fuiste metiendo dentro - la mayoría de las cuales no usas, pero que las tienes por si acaso - ..
Pero volviendo a la puerta… como no tenía picaporte, solo tienes la opción de sostenerla con una mano, mientras que con la otra
de un tirón te bajas las bragas y tomas ‘la posición’… Alivio…… AAhhhhhh….por fin… Ahí es cuando tus muslos empiezan a temblar….
por que estás suspendida en el aire, con las piernas flexionadas, las bragas cortándote la circulación de los muslos, el brazo extendido
haciendo fuerza contra la puerta y un bolso de 5 kgs. Colgando de tu cuello.

Te encantaría sentarte, pero no tuviste tiempo de limpiar la taza ni la cubrirte con papel, interiormente crees que no pasaría nada pero la voz de tu madre retumba en tu cabeza ‘jamás te sientes en un water público!’, así que te quedas en ‘la posición’ con el tembleque de piernas, entonces por un fallo de cálculo en las distancias una salpicada finíiiiiisima del chorro te salpica en tu propio culo y que ¡¡¡te moja hasta las medias!!! Tienes suerte si no te mojas tus propios zapatos, y es que adoptar ‘la posición’ requiere una gran concentración.
Para alejar de tu mente esa desgracia, buscas el rollo de papel higiénico peroooo, ¡joooooder…! el rollo esta vacío…! (siempre)
Entonces suplicas al cielo que entre los 5 kgs. De trastos que llevas en el bolso haya un miserable kleenex, pero para buscar en tu bolso
tienes que soltar la puerta, dudas un momento, pero no hay más remedio. y en cuanto sueltas la puerta, alguien la empuja y recibes un portazo que tienes que frenar con un movimiento rápido y brusco, si miramientos o todo el mundo te verá semi sentada en el aire con la bragas por la rodilla ¡¡NO!! Entonces gritas ¡¡¡O-CU-PA-DOOOO !!!’, mientras continúas empujando la puerta con tu mano libre, das por hecho que todas las que esperan en el exterior han oído tu mensaje y ya puedes soltar la puerta sin miedo, nadie intentará abrirla de nuevo, (en eso las mujeres nos respetamos mucho) y te dispones a buscar tu keenex sin agobios, te gustaría usar más de uno pero sabes lo valiosos que son en casos similares y te apañas con uno por si acaso.
En ese preciso instante se apaga la luz automática del baño, en un cubículo tan reducido no puede ser tan difícil encontrar el
interruptor! das la luz de nuevo con la mano del kleenex por que la otra sigue sujetando tus bragas, vas contando los segundos que te
quedan para salir de allí, sudando por que llevas el abrigo puesto ya que no hay perchero, y es que, hay que ver el calor que hace en esos sitios tan pequeños y en esa posición de fuerza en la que sigues, con los gemelos a punto de estallar.
Sin contar el cabreo que llevas por el portazo, el desnuque con la correa del bolso, el sudor que corre por tu frente, la salpicada del
chorro en las piernas y en las medias, que todavía están mojadas… el recuerdo de tu mamá que estaría avergonzadísima si te viera así; porque su culo nunca tocó el asiento de un baño público, porque francamente, ‘tú no sabes qué clase de enfermedades podrías agarrar ahí’. tu cuerpo haga contacto con la taza.


y sales.

En este momento ves a tu chico que ha entrado, usado y salido del baño de hombres y que tuvo tiempo de sobra para leer Guerra y Paz mientras te esperaba. ‘¿Por qué tardas tanto?’ te pregunta irritado.

Había mucha cola’ te limitas a decir.
Y esta es la razón por la que las mujeres vamos en grupo al baño, por solidaridad, ya que una te aguanta el bolso y el abrigo, la otra te sujeta la puerta, otra te pasa el kleenex por debajo de la puerta y así es mucho más sencillo y rápido ya que tú solo tienes que
concentrarte en mantener ‘la posición’. y la dignidad.



2 comentarios:

  1. Jajajaja, eso es totalmente cierto!
    Y si uno se pusiera a explicar esas razones cada vez que le pides a una amiga que te acompañe al baño y un despistado chico dice "Yo no entiendo porque las mujeres van juntas al bañó" De seguro no lo entenderian.
    Así que mejor sigamos sufriendo en silencio si vamos solas o dejando a los hombres con la duda de porque pedimos compañia.

    P.D
    ¡Mil gracias mi Charlotte adorada por tu comentario!
    Te adoro totalmente, en serio gracias por tus palabras, no sabes lo que me ha encantado la metafora jaja.
    TQM

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  2. Jajajaja me encanta!! es muy cierto xD
    Un beso:)

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Hilacha y cose, con hilo de oro